Pura Vida, un restaurante ubicado en La Barra, Punta del Este, con vistas al mar, enfrentaba el desafío de mantener sus vinos refrigerados durante todo el año, generando un alto consumo de energía, especialmente fuera de la temporada alta. Además, el método tradicional no ofrecía flexibilidad para adaptarse a las preferencias de temperatura de los clientes.La instalación de una máquina Wine revolucionó su servicio al permitir enfriar vinos al instante, reduciendo significativamente el consumo energético. La máquina actúa como una cava ilimitada, no solo manteniendo los vinos a la temperatura perfecta, sino también ofreciendo a los clientes la posibilidad de elegir tanto el vino como la temperatura ideal para disfrutarlo. Con el uso del corcho universal, también pueden volver a enfriar vinos previamente abiertos, garantizando que cada copa sea servida a la temperatura perfecta.